Decálogo para psico-pacientes

Decálogo para psico-pacientes

Éste decálogo está pensando para aquellas personas (psico-pacientes) que acuden a lo psicólogo por primera vez o que recurren a ello después de un tiempo. Cada vez más personas tienen conciencia de que no todas las terapias psicológicas son iguales. Por lo tanto, es importante saber que uno puede elegir el tratamiento que siente necesitar en un determinado momento de su vida.

No menos importante es la relación que se instaura entre psico-paciente y psicólogo. Otro aspecto a tener muy en cuenta a la hora de empezar un tratamiento con terapia psicológica, porque a facilitar el buen avance de la terapia es sin duda el nivel de sintonia que se crea desde el principio. Por lo tanto, una indicación que valdría para todo el mundo sería... 

«Elige el profesional que sabe transmitirte cercanía, cuidado y profesionalidad».

 

10 COSAS QUE HACER DE CARA A UNA TERAPIA

A continuación, un decálogo de cosas que hacer para evitar las posibles "trampas" cuando nos dirigimos a un profesional de la salud.

  1. EVITAR que nos intimiden por el rol o el lenguaje, a veces incomprensible, que utiliza el profesional de turno. En vez de aceptar un diagnostico que nos comunican con un lenguaje demasiado técnico, pretender de forma serena y firme que nos lo expliquen mejor. Estaría bien llegar a entender las interpretaciones y motivaciones que han inducido al profesional a formular ese diagnostico. En resumidas cuentas, evitar que definan nuestro problema solamente a través de etiquetas patológicas.

  2. EXIGIR que nos den indicaciones terapéuticas claras y concretas.

  3. EVITAR ser exageradamente condescendiente. Si algo no tenemos claro o no nos gusta, hace falta decirlo hasta que nos quedamos satisfechos. Es el terapeuta que está a nuestro servicio, y no nosotros al suyo.

  4. CONCORDAR con el terapeuta los objetivos terapéuticos que alcanzar. Este punto es muy importante para el buen desarrollo de la terapia.

  5. PRETENDER que nos indiquen más o menos cuanto podría durar la terapia. Es una referencia útil para no demorar demasiado la terapia sobretodo cuando no aporta resultados/beneficios.

  6. EVITAR aceptar cumplidos en exceso. Los cumplidos gustan, pero no curan.

  7. EVALUAR en términos concretos la calidad de nuestro estado, los cambios conseguidos y consecuentemente proponer nuestras evaluaciones al profesional.

  8. PROCEDER juntos a nuestro psicólogo a una evaluación verosímil de los costes y beneficios previstos de cara a cada indicación terapéutica recibida.

  9. CAMBIAR de terapia o de terapeuta si después de un tiempo (tres o cuatro meses) no hay evidencia de mejorías. Una terapia que no funciona, si se aplaza, termina por empeorar la condición del psico-paciente.

  10. TENER a mente que la máxima terapéutica es obtener tanto con poco. Existen muchos modelos de terapia psicológica y psiquiátrica, entre ellos hay modelos más arriesgados que otros. Se aconseja vivamente intentar resolver los propios problemas empezando desde aquellos tratamientos que si no consiguen ayudar al psico-paciente por lo menos no lo perjudican.

 

Los conceptos que aparecen en este articulo ha sido extraídos del libro "Manuale di sopravvivenza per psico-pazienti" escrito por G. Nardone. 

El miedo: el encierro de uno mismo

El miedo: el encierro de uno mismo

3 modos de enfocar mal los problemas

3 modos de enfocar mal los problemas